#ContactForm1{display: none !important;}

Proyecto Vesdarion

    Comienzas leyendo libros. Muchos libros. Absorbes tantas historias que, inconscientemente, te quedas un poco con todas ellas. Entonces llega un libro que te sabe regular. No es malo, pero te da la sensación de que podría haber sido mejor, de que tú hubieras planteado esa misma historia de un modo completamente distinto. Y eso basta para que algo nuevo comience a crecer en tu cabeza. Algo que va evolucionando hasta que, al fin, decides darle una forma. 

    Al principio te emocionas. Tu pequeña historia, el próximo best seller, ganador de mil premios y hasta te imaginas como será la adaptación que obviamente arrasará en cines. Cuando al fin superas esa fase te das cuenta de que todo ha salido mal, terriblemente mal. Solo son copias malas de lo que te gusta leer. No vales para esto. Esa pequeña historia en realidad es solo una bazofia que tu cabeza había decorado para engañarte. Tus ideas no son buenas. 

    El tiempo pasa. Sigues con esa ambición pero de momento esta detenida. Siempre hay algo más importante que hacer. Mientras tanto, has seguido consumiendo ficción. Has alimentado a tu pequeña historia, aunque no quisieras hacerlo. Se niega a morir. Un día decides darle otra oportunidad. Nada. La eterna página en blanco. Esta todo en tu cabeza, pero se niega a salir. 

    Hasta que llega el fin del mundo la pandemia. Estado de alarma y todos confinados. Te da por sacar entonces la libreta que te compraste hace meses y que tenías encerrada al fondo de un cajón. Escupes allí todos esos delirios que tenías guardados y ni siquiera lo sabías. Esperas un momento. Vale, es posible que tengamos algo. Es remotamente posible. Tengamos un poco más de paciencia, no hay que precipitarse. 

    Esa pequeña historia que se negaba a morir ha evolucionado. Solo mantienes un par de ideas que pueden salvarse y los nombres que te siguen gustando. Es algo totalmente nuevo, nada que ver con eso que empezaste a escribir y ni siquiera acabaste. Y va a más. 

    Ups, de repente has creado un sistema de magia, un mapa que no sabes decir ni de dónde ha salido, más de treinta páginas de puro worldbuilding, un diseño básico de los personajes principales y un borrador con las únicas escenas que se te ocurren por el momento. 

    El mundo se libera y te compras más libretas. Las vas a necesitar porque esto sigue y sigue. 

    Llegó el momento. Sabes que es posible que no sea el definitivo y aun así abres word con toda la ilusión del mundo. Pones tu letra favorita, eliminas los espacios entre párrafos y justicas el texto. Coges aire. Ya sabes lo que viene ahora. No es fácil, te van a salir mal las cosas y tienes que mentalizarte. Sigues teniendo mil agujeros. Escenas que te gustan y no sabes como llegar a ellas o no te decides entre dos opciones para el futuro de ese personaje. 

    Pero, pese a todo, pese a todos sus fallos, sigue siendo tu historia. Si no la escribes, ¿entonces quién lo hará? A lo mejor merece la pena intentarlo. 

    Aquí comienza el Proyecto Vesdarion 



    Y mira, pero si hasta lo has puesto en Twitter con el hashtag #ProyectoVesdarion para compartir tus progresos.

    Que considerado por tu parte, ahora ponte a escribir. 

0 Comentarios