Hay veces en la vida en las que toca
rectificar y atreverse con ese autor que no te acababa de convencer, pese a que
todo el mundo insistía en lo bueno que era. Y así fue como acabé dándole otra
oportunidad a Joe Abercrombie con su nueva trilogía: "La Era de la
Locura", compuesta por "Un
Poco de Odio", "El
Problema de la Paz" y "La
Sabiduría de las Multitudes".
Y, ahora que al fin la he terminado, puedo
confirmar que no es el autor mediocre lleno de clichés que suponía y, para
compensarlo, he querido traer la reseña de esta trilogía SIN SPOILERS, ¿porque a quién no le
gusta poder disfrutar de tres libros por el precio de uno?
Lo primero a tener en cuenta es que
"Un poco de odio" también es el octavo libro de la saga que comienza
en "La voz de las espadas". Nos
encontramos en ese mismo mundo unos treinta años después y muchos de los nuevos
personajes que se nos presentan son hijos o nietos de los protagonistas
anteriores.
No, no es necesario tragarse todos los
libros en orden para llegar hasta aquí. Abercrombie te da pinceladas básicas
para que te ubiques en sus tramas principales y no tiene ningún problema en
spoilearte el final de su primera trilogía. Sin embargo, también hay ciertas
cosas que da por sentado que el lector ya sabe y no se molesta en hacer
presentaciones muy detalladas. Hace referencias a cosas que no ha explicado o
menciona personajes que no sabes ni quiénes son ni por qué fueron importantes
en el pasado. No es nada demasiado grave que nos impida disfrutar de la
lectura, pero creo que más adelante hay ciertas revelaciones a las que va a ser
difícil darles la importancia que merecen si hay cosas que desconoces de
antemano.
Yo me leí "La voz de las espadas" (y lo reseñé aquí), además de hacerme
spoilers de cómo acaba su primera trilogía por la sencilla razón de que me
negaba a seguir leyendo por lo poco que me gustó el inicio. Así que para mí la
introducción no fue tan dura y, de paso, conocí a personajes importantes que
apenas son presentados en esta nueva trilogía como Glokta, Bayaz o Logen. Y si
llegáis hasta aquí habiendo leído los siete libros anteriores pues captaréis un
millón de detalles que yo habré pasado por alto o serán cosas que he acabado
entendiendo justo después (problemas de ser una
ansias).
Nos despedimos de la Unión medieval que nos
encontramos en la primera trilogía para adentrarnos de lleno en una nueva era
de revolución industrial. La ambientación me ha parecido brutal y llena de un
millón de detalles que le daban vida. Se nota que el autor se ha tomado su
tiempo documentándose, pero que no ha hecho un simple copia y pega, sino que ha
querido dar sus propios toques para adaptarse mejor a su mundo. Tenemos nuevos
avances tecnológicos, fábricas a rebosar, contaminación, la miseria de la clase
obrera y las condiciones deplorables en la que viven los trabajadores en pos de
la producción.
Hay que decir que el primer libro resulta
bastante introductorio. Se toma su tiempo en resumir hechos anteriores, en
presentarnos a los nuevos personajes y en mostrar las maravillas de la
revolución industrial en todo su esplendor. Sin embargo, el ritmo al comienzo
es bastante bueno, capítulos cortos que se leen casi sin que te des cuenta y
personajes de lo más interesantes.
En la Unión, tenemos a Savine dan Glokta, una exitosa mujer de negocios que ha heredado la
falta de escrúpulos de su padre y que solo piensa en seguir extendiendo su
dominio para aumentar sus beneficios; y a Orso
dan Luthar, el príncipe heredero inútil que evita cumplir con sus
responsabilidades para poder seguir vagueando y puteando a placer. Estos dos se
llevan todo el protagonismo en cada escena en la que aparecen y es imposible no
cogerles cariño a su manera.
Mientras tanto vemos Valbeck, una de las ciudades más industrializadas de la Unión en la que poco a poco se va fraguando una revolución obrera por parte de los Rompedores y Quemadores, grupos que buscan acabar con el régimen actual por sus propios medios y establecer un Gran Cambio en el que los trabajadores tengan sus propios derechos en una sociedad igualitaria. Aquí tenemos a Vick, quien va a estar muy pendiente de ellos para asegurarse de estar en el bando ganador del conflicto, y a Broad, un ex soldado temerario que vuelve a casa lleno de rencores. Este último creo que es el personaje con punto de vista que menos me ha gustado. Aparte de esta trilogía, he leído otros dos libros de Abercrombie y me da la sensación de que Broad no es más que un prototipo de personaje que ya ha usado antes y su final me pareció demasiado obvio.
"A Savine siempre le habían encantado los grandes acontecimientos. Cuanto mayor fuera la multitud, más oportunidades tenía de convertir a extraños en conocidos, a conocidos en amigos y a amigos en dinero. Eran una ocasión de dejarse ver, y en consecuencia admirar, y en consecuencia conservar el poder. Porque el poder era una montaña por la que una siempre estaba resbalando hacia abajo. Una montaña en la que había que arañar y bregar y trepar a todas horas solo para mantener la posición, no digamos ya para ascender por su ladera. Una montaña que no estaba hecha de roca, sino de los cuerpos esforzados, resollantes y ansiosos de todos los demás."
En el norte seguimos teniendo el Norte con
prácticamente la misma trama de la primera trilogía. Los norteños, liderados
por el rey Scale Mano de Hierro y su sobrino, Stour Ocaso, atacan la ciudad de
Uffrith, que se encuentra bajo la protección de Angland, la colonia de la Unión
en el Norte, desencadenando una nueva guerra entre ambas naciones. Una cosa que
me llama la atención es que allí arriba prácticamente no les ha llegado nada de
la revolución industrial, o sea, los norteños son vecinos de la Unión y parece
que hayan descubierto el fuego hace dos días y tengan que dar gracias por no
vivir en cuevas. Unos tienen líneas de ferrocarril ya montadas por todo el país y los otros apenas tienen terminados los caminos para ir de un sitio a otro a pie.
Dejando este detalle de lado, lo mejor de la trama del Norte vuelven a ser los
personajes. Leo dan Brock y Stour Ocaso son los que más
protagonismo se llevan y eso que no dejan de ser unos locos a los que la cabeza
solo les da para tirarse a por el enemigo en cuanto lo tienen delante (no,
lo peor de todo es que no estoy exagerando). Me parecen mucho mejores Rikke, la hija del Sabueso con la habilidad de ver el futuro con el
Ojo Largo (lo que en el campo de óptica llamamos ojos
miopes y solo sirven para ver borroso en lejos, sin nada de poderes mágicos. No os lo recomiendo), Finree
dan Brock, la gobernadora de Angland, estratega brillante del ejército y
madre de Leo, o Trébol, un guerrero
norteño con ansias de jubilación y que acaba como niñera de Stour.
Una cosa que Abercrombie hace muy bien es darle a cada protagonista su propia voz dentro de la historia. No he sentido que ninguno esté puesto de relleno o que no estuviese aportando nada en un determinado momento, sino que se complementan muy bien. Gracias a esto tenemos un ritmo bastante bueno y equilibrado a lo largo de los tres libros, y que los capítulos sean cortos también ayuda a dar la sensación de que la historia no se detiene. Otra cosa a su favor es que hasta los personajes secundarios están muy bien construidos y sus apariciones esporádicas se disfrutan mucho.
"Rikke no alcanzaba a entender por qué la gente se empeñaba en cantar a todas horas sobre grandes guerreros. ¿Por qué no cantar sobre grandes pescadores, o panaderos, o techadores, o sobre cualquiera que de verdad mejorase el mundo en vez de amontonar cadáveres e incendiar cosas? ¿Acaso era ese un comportamiento que incentivar?"
"Un
poco de odio" me parece el libro más lento de los tres y aun así sigue
siendo condenadamente bueno. Se toma su tiempo en hacer todas las
presentaciones que necesita, pero tampoco se hace lento o tedioso. Conforme
vamos avanzando se disfruta cada vez más y tiene un final de esos que te dejan
con ganas de ponerte con el siguiente.
Por fortuna, "El problema de la paz" no solo mantiene ese buen nivel, sino
que además lo mejora. No es la típica entrega en la que el autor solo se
molesta en atar algunos cabos y preparar el terreno para el siguiente tomo.
Tiene mejor ritmo que su predecesor, las tramas de los distintos personajes se
van mezclando entre sí de un modo mucho más directo y están muy bien
compensadas, de modo que no se siente que un personaje brille más que otro o que
haya capítulos de puro relleno. Las últimas cien páginas me parecieron un
maldito enganche y hacía mucho tiempo que ningún libro conseguía eso conmigo.
Sinceramente, para mí es el mejor libro de la trilogía y el mejor que he leído
de Joe Abercrombie hasta la fecha.
Después llegamos a "La sabiduría de las multitudes", que comienza justo donde acaba el anterior. Tenía un poco de miedo de que pegase un bajón, sobre todo porque el inicio es un poco más lento. Al fin vemos cómo ciertas cosas que se han ido fraguando desde el primer libro toman la importancia que merecen y entran en acción. Los personajes no decepcionan, siguen en su misma línea, pero con una evolución muy marcada. Ninguno es tal y como los conocimos en el primer libro, sino que se puede apreciar el modo en el que han ido cambiando tras las cosas que han vivido y eso me parece muy bien logrado. El final de la trilogía me ha gustado, sobre todo por la forma en que llega hasta allí, escalando poco a poco hasta que todo explota delante de tus narices, pero también deja varias cosas abiertas con la clara intención de continuar en un futuro y no sé si eso me acaba de gustar.
La narración me parece muy acertada. Es simple y sencilla, sin irse por las ramas de lo que de verdad quiere contar, y mantiene un tono sarcástico que le sienta de maravilla. Por supuesto que tenemos escenas sucias llenas de violencia y en las que vemos la miseria de los más desfavorecidos en todo su esplendor, que por algo llaman a Abercrombie el señor del grimdark, pero tampoco se recrea demasiado en eso con la única intención de que te horrorices con lo que estás leyendo. No tenemos a los personajes llorando y lamentándose por la desgracia que viven y lo malo que es el mundo que los rodea, sino que hacen bromas, se pican entre ellos, sueltan comentarios que te sacan una sonrisa al leerlos y esas partes se disfrutan una barbaridad por toda la frescura que aportan en este aspecto.
El gran encanto de estos libros es, sin ninguna clase de duda, sus personajes. Es increíble cómo maneja tanta variedad, te encariñas con cada uno a su manera y le aportan muchísimo a la obra. El worldbuilding que tenemos no es que sea nada realmente espectacular, es un mundo sencillo que enfoca muy bien la era industrial para tener un escenario sobre el que movernos y poco más. En cuanto a la trama, va escalando en cada libro y es muy entretenida y ágil de leer. Hay plot twists que se ven venir desde lejos sin necesidad de ningún ojo largo, pero no por eso se disfruta menos de la lectura y hasta te llevas alguna que otra sorpresa.
Y me temo que estos son todos los aspectos que quería comentar sin meterme en spoilers. Esta trilogía se ha ido directa al rincón de mis favoritas y eso que al principio apenas apostaba nada por este autor. Además que apenas leí el final me quedé suplicando que nos traiga una continuación y ya hasta tengo montadas mis teorías al respecto. Y poco se habla de lo bonitos que quedan estos libros en la estantería.
0 Comentarios